#ElLenguajeDelColor: El rojo, historia de un color provocativo

No hay forma de escapar a los efectos del rojo. Aumenta nuestro pulso, fuerza, presión sanguínea y provoca un subidón de adrenalina. Un color tan potente requiere una aplicación cuidadosa en los espacios, pero, cuando se usa correctamente, deja un profundo efecto. En esta entrega de #ElLenguajeDelColor, la diseñadora de color Judith van Vliet desvela sus matices.

Alo largo de la historia, pocos colores han provocado tantas emociones, simbolismos e impacto visual como el rojo. Ha sido el color de emperadores y rebeldes, del amor y la guerra, de la celebración y la advertencia. La presencia del rojo en el diseño espacial se remonta a miles de años atrás. En el antiguo Egipto, el ocre rojo se utilizaba en pinturas funerarias y rituales, simbolizando la vida, la vitalidad y la protección. De manera similar, en la antigua Roma, el rojo era un símbolo de fuerza y dominio. Los generales romanos vestían capas rojas en batalla, y el color adornaba con frecuencia edificios públicos, frescos y mosaicos, afirmando poder y grandeza. En China, el rojo ha mantenido una supremacía cultural durante siglos, representando la suerte, la alegría y la prosperidad. Desde las murallas carmesíes de la Ciudad Prohibida hasta los faroles rojos colgados en festivales, el color está profundamente arraigado en la arquitectura pública y el diseño doméstico. Su presencia no es meramente decorativa, sino simbólica, encarnando energía positiva y augurios favorables. En España, el color rojo tiene profundas raíces en el pasado morisco. Aunque no es abrumadoramente roja, el tono rojizo de los muros de la Alhambra (debido a la arcilla roja utilizada) le da su nombre: «Alhambra» significa «la roja» en árabe. Pero, ¿de dónde viene el rojo más intenso y cómo ha conquistado el mundo?

En una tardía entrevista con Fernando Laposse, el diseñador mexicano explicó cómo el pigmento rojo más brillante jamás visto en el mundo fue la principal razón por la que Europa empezó a comerciar con China. Elaborado a partir de la cochinilla, unos pequeños insectos que viven en los cactus, el pigmento llegó a Europa a principios del siglo XVI, cuando los conquistadores españoles se fijaron en los rojos brillantes que utilizaban los aztecas. En aquella época, Europa no tenía mucho que ofrecer de interés para China….hasta que el hermoso rojo llegó a través del puerto de Cádiz y, por supuesto, todo el mundo quiso hacerse con este profundo tono. Desde hace ese momento, el rojo estaba asociado con la riqueza y la exclusividad ya que la elaboración de la cochinilla era costoso.

Muuto

Un color cuyo significado depende del contexto

Emocionalmente, el rojo ocupa un espacio dual: es el color del amor y la ira, de la atracción y el peligro. Puede despertar pasión, inspirar acción o generar agitación, dependiendo del contexto y la intensidad con la que se utilice. Una habitación roja puede sentirse dinámica y estimulante, pero si se abusa de ella, puede volverse agobiante o agresiva. Los diseñadores suelen recurrir al rojo como acento, introduciéndolo en dosis controladas para activar un espacio sin saturarlo.

Aunque la idea del rojo puede resultar abrumadora, también tiene matices más sutiles: los tonos terrosos de la arcilla y los matices profundos del vino. La Semana del Diseño de Milán 2025 nos mostró un importante retorno del rojo, como suele ocurrir en épocas de recesión económica, un color que presenta poder y también clase al mismo tiempo.

EL COLOR ROJO EN INTERIORISMO

Hoy en día, el rojo sigue siendo una elección popular en el diseño de interiores, aunque su uso ha evolucionado con los gustos modernos. En espacios residenciales, el rojo se utiliza estratégicamente para estimular la energía y aportar calidez. Las cocinas y comedores, en particular, se benefician de sus cualidades porque fomenta la conversación y la conexión, haciendo que las comidas se sientan más animadas y sociales. Aporta contraste y carácter a interiores minimalistas o neutros. En el mundo actual, donde la opulencia se está imponiendo al minimalismo, vemos el rojo combinado con otros tonos cálidos e incluso con colores contrastados para crear un espacio visualmente energizante. Como ocurre con todos los colores, pero en particular con el rojo, pregúntate cuál es el ambiente que quieres crear y cómo te gustaría que se sintiera la gente en ese espacio.

PS: Para los lectores españoles entre nosotros, tengo que matar un mito. El mito de que los toros se enfurecen al ver el color rojo, pero en realidad los toros son daltónicos al rojo y no distinguen ese color. Lo que realmente los provoca es el movimiento de la capa, no su color. El rojo se usa por tradición y porque ayuda a disimular las manchas de sangre durante la corrida.

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